
El enoturismo se ha convertido en un recurso muy valioso para las bodegas. Con un crecimiento del 18 % en 2017, esta actividad genera un impacto económico de 67 millones de euros solo en España, según Acevin. Además de complementar los ingresos de los productores de vino, también contribuye a dar a conocer sus productos en el mercado nacional e internacional.